lunes, 1 de abril de 2019

Resumen del libro "Imperiofobia y leyenda negra", de María Elvira Roca Barea (2016)

Resumen del libro "Imperiofobia y leyenda negra", de María Elvira Roca Barea (2016)

Resumen original y actualizado en:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/03/imperiofobia-y-leyenda-negra-de-maria.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Sociología y Derecho.

Sociología, relaciones internacionales, propaganda, imperios, civilizaciones

......................................................................................

Ficha técnica

Título: "Imperiofobia y leyenda negra"

Subtítulo: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español

Autora:  María Elvira Roca Barea

Edición: Siruela, Madrid, 2016

Número de páginas: 476

Méritos: Lleva 25 ediciones

.......................................................

Biografía oficial de la autora

María Elvira Roca Barea ha trabajado para el Consejo Superior de Investigación Científica y enseñado en la Universidad de Harvard. Ha publicado varios libros y artículos de revistas especializadas, también ha dado conferencias dentro y fuera de España.

....................................................................................................

Texto de la contraportada

"María Elvira Roca Barea acomete con rigor en este volumen la cuestión de delimitar las ideas de imperio, leyenda negra e imperofobia. De esta manera, podemos entender qué tienen en común los imperios y las leyendas negras que irremediablemente van unidas a ellos, cómo surgen creadas por intelectuales ligados a poderes locales y cómo los mismos imperios las asumen. El orgullo, la "hybris", la envidia, no son ajenos a la dinámica imperial. La autora se ocupa de la imperofobia en los casos de Roma, los EE.UU. y Rusia, para analizar con más profundidad y mejor perspectiva el Imperio español. El lector descubrirá cómo el relato actual de la historia de España y de Europa se sustenta en ideas basadas más en sentimientos nacidos de la propaganda que en hechos reales.

La primera manifestación de hispanofobia en Italia surgió vinculada al desarrollo del humanismo, lo que dio a la leyenda negra un lustre intelectual del que todavía goza. Más tarde, la hispanofobia se convirtió en el eje central del nacionalismo luterano y de otras tendencias centrífugas que se manifestaron en los Países Bajos e Inglaterra. Roca Barea investiga las causas de la perdurabilidad de la hispanofobia, que, como ha probado su uso consciente y deliberado en la crisis de deuda, sigue resultando rentable a más de un país. En un lugar común por todos asumido que el conocimiento de la historia es la mejor manera de comprender el presente y plantearse el futuro.

....................................................................................................

ÍNDICE

(resumido)

PARTE I

Imperios y leyendas negras: la inseparable pareja

1. Leyenda negra: origen y significado de la expresión

2. Los imperios: del imperium al imperialismo

3. Roma y su leyenda negra

Roma como Imperio Inconsciente

4. Antiamericanismo: la leyenda negra contra EE.UU.

5. La rusofobia antes y ahora

6.La imperiofobia: modelo universal

PARTE II

1. Italia

Sangre mala y baja
Il Capitano Spavento y Lope de Vega

2. El Sacro Imperio, Países Bajos e Inglaterra: ¿guerras de religión o guerras antiimperiales?

3. Alemania: protestantismo y regresión feudal

Martín Lutero

La guerra civil del Sacro Imperio

4. Inglaterra: de las Invencibles a Tony Blair

La ley del silencio

5. Los Países Bajos: el triunfo definitivo de la propaganda

La guerra civil en los Países Bajos

La "guerra de papel": la creación del Demonio del Mediodía

6. La Inquisición y la Inquisición

El Santo Oficio

Las brujas

7. América

El estilo español de imperio: ciudad, camino y hospital

Propaganda: de fray Bartolomé a la izquierda indigenista

De las Leyes de Indias al Derecho Internacional


PARTE III

La leyenda negra desde la Ilustración a nuestros días. Asunción y negación

1. La hispanofobia en el Siglo de las Luces

Llegan las pelucas: la hispanofobia ilustrada

El fracaso imperial francés

La lucha a muerte por la administración de la moral: la destrucción de la Compañía de Jesús

La censura universal y el Index inquisitorial

El triunfo definitivo de la ley del silencio

2. El siglo XIX: nacionalismo, liberalismo y racismo científico

3. Siglos XX y XXI: Conclusiones

El Imperio Viejo y el Imperio Nuevo: de la guerra de Cuba a la revisión histórica.

La crisis del 2007: España y la prima de riesgo (PIGS y GIPSY)

Aquellos españoles y estos españoles

.................................................................................................................

RESUMEN

Comentarios iniciales: 

A nivel de Economía, interesa este dato que aporta: La Escuela de Salamanca (ciencia jesuita y dominica) designa a un grupo de iustnaturalistas y moralistas que desarrollaron su labor durante los siglos XVI y XVII. También se llama escuela española de Derecho Internacional, doctores en Salamanca, maestros de Salamanca. Sus iniciadores fueron Francisco de Vitoria, Diego de Covarrubias, Martín de Azpilcueta y Domingo de Soto. Algunos enseñaron fuera.

El Manual de confesores y penitentes de Martín de Azpilcueta y Jaureguizar, doctor Navarro (1492-1586) tuvo 81 ediciones. El Comentario resolutorio de cambios requirió hacer cinco cuestiones. Azpilcueta desarrolla por primera vez conceptos que solo mucho después serán estudiados, como el fenómeno de la inflación y los motivos que la provocan, así como el valor y los precios. Schumpeter dedica páginas a Azpilcueta en la Historia del Análisis Económico. Los define como los fundadores de la economía moderna. La autora dice que antes de ellos, vivían en la invisibilidad a causa de la "ley del silencio" que los hizo desaparecer de los manuales (la autora dice que no es un "despiste": cree que Adam Smith no los citó para no citar a un dominico.

Las principales ideas del libro

La autora parte de una idea principal: en tiempos de la Reforma (siglos XVI y XVII), el mundo se dividió en dos culturas antagónicas: la protestante o antiimperial (Inglaterra, Holanda, parte de Alemania, Escandinavia, Suiza) y la católica o imperio Habsburgo (España, Portugal, Irlanda, Italia, Austria, Francia, Flandes y parte de Alemania). Esta brecha que dividió a Europa se prolongó a lo largo de los siglos ante una guerra propagandística sin cuartel (sin tolerancia en ninguno de los territorios hacia los otros (salvo en Alemania, donde hubo libertad de cultos pero con los católicos relegados fuera de la Administración)) y el resultado fue que, a partir del siglo XIX, los logros católicos quedaron "silenciados" en la cultura protestante y anglosajona, que se convirtió en hegemónica. Esta propaganda anticatólica y el silencio sobre sus logros humanísticos y científicos (sobre si los autores eran religiosos, como Mendel) se prolonga hasta hoy día. El resultado del triunfo de la leyenda negra es que los países católicos son los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia (ortodoxa) y España) o los GIPSIs (Grecia, Italia, Portugal, España e Irlanda) de la crisis del 2008, los países deudores que tuvieron que pedir el rescate bancario. El otro damnificado es Rusia (ortodoxo). Es una visión del mundo hegemónica que posterga los logros de los países católicos, dice la autora, incluso hoy, y los relega a ser eternos secundarios.

La autora también reflexiona sobre la caída del imperio español en América, que se considera como un gran fracaso de la mentalidad católica frente al dinamismo y el éxito del protestantismo, lo que es fácil de ver en el auge de Estados Unidos y el subdesarrollo de América Latina, espejo del fracaso del modelo español. Pero la autora recalca que esa comparación no tiene sentido, porque el imperio español ya estaba muerto a finales del siglo XVIII (unos años antes de la Independencia de las colonias) y que, de hecho, en la misma época también sucumbieron el imperio británico en América (derrotado por sus colonos) y se hundió el imperio americano francés, en el Missisipi (imposible de mantener por falta de colonos y la presión inglesa). Además, muchos han visto el imperio español como una vieja reliquia de un imperio medieval pero la autora recuerda que se trataba de un imperio con instituciones de la Edad Moderna que duró tres siglos y controló una enorme extensión mundial en cuatro continentes. Aunque se considera que España perdió su imperio en 1898 (con la guerra d Cuba y la pérdida de las Filipinas), el imperio ya había muerto antes de la invasión napoleónica. Añade que lo que luego hicieron los gobernantes de las repúblicas americanas independientes en el siglo XIX ya no le compete a España.

La autora repasa las historias de las "Invencibles" (Felipe II envió hasta tres armadas contra Inglaterra). Añade que Inglaterra ocultó el desastre de su propia ContraArmada, un fracaso estrepitoso de Francis Drake para conquistar Lisboa y sublevar a los portugueses y poner a un rey títere. Perdió a miles de hombres pero de eso no se habla. Ni de la derrota de Cartagena de Indias a manos de su defensor Blas de Lezo: un gobernador tuerto, cojo y manco.

Sobre la leyenda negra, cree que lo pasó es en Alemania (Sacro Imperio Germánico) y los Países Bajos hubo sendas guerras civiles contra el imperio de los Habsburgo (que era católico) y los protestantes captaron ese descontento como reacción a la centralización imperial. La autora recuerda que el imperio español (al igual que el romano) era homogeneizador: allí donde iba construía carreteras, ciudades, hospitales e iglesias, todo "estandarizado". El problema fue que al intentar modernizar Holanda con instituciones centralizadas, hubo una reacción por parte de los gobernantes locales que se negaban a hacer esas modernas reformas, añade la autora. La reacción de los Orange fue virulenta y ganó la batalla de la propaganda con todo tipo de pasquines y folletos con dibujos grotescos y mentiras contra los españoles. La autora reconoce que el bando católico intentó ser conciliador y contraatacó con extensos documentos jurídicos (para probar que no habían subido los impuestos) pero fue incapaz de comprender el efecto "huracán" de la propaganda de los independentistas holandeses, que no se combate con argumentos sino con otra propaganda igual de mentirosa, explica la autora. A ello se suma, que las imprentas en Holanda echaban humo imprimiendo pasquines incendiarios que tenían gran éxito en la población local. El modelo propagandístico también se extendió en Alemania (los luteranos) e Inglaterra (los anglicanos).

Otra parte de la leyenda negra procede de la brutal conquista de América por parte de los españoles.
La autora critica a Bartolomé de las Casas y dice que el monje que denunció las matanzas indiscriminadas de indios por los conquistadores españoles era un charlatán que solo decía mentiras o exageraba todo para enaltecer su causa, lo que en su época se le consintió al considerar que buscaba un bien más elevado. La autora no niega que el sacerdote tuviese buenas intenciones pero dice que De las Casas, al que poco menos que califica de renegado, no pudo ver tanta barbarie como denuncia pues apenas se movió de una zona de América donde recaló por lo que cuenta es de oídas o directamente inventado. Sin embargo, la autora dice que el testimonio de este honesto sacerdote causó un daño irreparable a la imagen de España ya que la utilizaron sus enemigos para difundir la leyenda negra de un país cruel y asesino de masas. La autora replica que mayor brutalidad fue la de los conquistadores de América del Norte, realizada por protestantes, donde apenas quedan indígenas tres siglos después, pues fueron exterminados metódicamente, y los que quedan están en los estados del Sur, territorio que antes pertenecía al imperio español (Nueva España). En cambio, en América del Sur, gobernada por españoles durante varios siglos, sigue habiendo a día de hoy millones de indígenas, prueba que refuta el genocidio. Añade que en la América colonial se intentó integrar a los indios nativos, se hicieron leyes de protección y que los religiosos y misioneros fueron la avanzadilla para establecer sistemas económicos de producción (luego obsoletos frente a la industria capitalista). Añade que América del Sur tenía cuatro universidades a plena producción antes de que se fundase Harvard y que algunos enclaves de la América hispana disponían de 40.000 libros frente a los 4.000 de los que presumía Harvard un siglo después.

La autora también habla del "ninguneo" de los autores y científicos católicos, "borrados" de las historias de Ciencia elaboradas por los protestantes porque no los tomaban en serio porque muchos de estos eran religiosos (caso de los economistas jesuitas y dominicos). Fue el caso de Balmi, el promotor de la primera vacunación mundial contra la viruela y que, solo después de su éxito, Inglaterra tomó en serio a su inventor Jenner. Gestas como esa cayeron en el olvido internacional, dice.

La Inquisición también forma parte de la leyenda negra de España. Sin embargo, la autora dice que apenas condenaron a muerte a herejes (serían unos cientos o miles de víctimas) frente a los decenas de miles de brujas que ardieron en los países protestantes (recuerda que los calvinistas quemaron al refugiado Servet por hereje). En España, dice, ni siquiera se tomaban en serio a las brujas y los casos se archivaban como supercherías. Además, la Inquisición también acabó siendo un género de novela "gótica", donde se mezclaban sectas, lujuria... tradición que llega hasta libros como El Códice Da Vinci.

Otra cuestión es que se dice que España era intolerante pero la autora recuerda lo que le pasaba a los católicos que vivían en países protestantes, donde eran masacrados como chivos expiatorios o relegados fuera de trabajos o cargos en la Administración. Pone por ejemplo el caso de Irlanda, gobernada con puño de hierro por Inglaterra, pero también la discriminación de los católicos en el poder en Alemania, que se prolongó hasta el siglo XIX. Los ilustrados también criticaron la intolerancia católica pero en su propio país, Francia, había censura y libros prohibidos. Realmente, no había mucha libertad de expresión en las monarquías absolutas, que se diga.

La leyenda negra contra España siguió incluso en la Guerra de Cuba, donde el magnate de prensa Hearts se encargó de fabricar una guerra acusando de todo tipo de tropelías a los españoles en esas islas y que, según la autora, eran patrañas para vender más periódicos y convencer al público de la necesidad de entrar en guerra por una buena causa. Recuerda que los filipinos pronto se dieron cuenta de que habían cambiado a un dueño blanco por otro aún peor.

La autora también lamenta que algunos historiadores anglosajones (Kramer) sigan diciendo que Castilla tuvo "suerte" al conquistar América y montar un Imperio, que nadie entiende cómo lo pudo lograr ya que no se lo merecía. La autora replica que Colón visitó varios reinos en busca de patrocinadores y nadie tenía dinero para esa expedición salvo Castilla, que además disponía de experiencia de guerra de frontera y sabía como "integrar" nuevos territorios en sus dominios imponiendo las mismas leyes e instituciones. Otros países como Inglaterra o Francia intentaron copiar a España en América pero con poco éxito. Solo la irrupción de un nuevo país capitalista como Estados Unidos, con un nuevo modelo productivo, cambió la balanza pero eso fue ya en el siglo XIX, cuando España ya no estaba allí. Añade que ya en 1800, con la expedición Humbolt, el Imperio estaba en declive pues nadie vigiló de cerca al expedicionario y científico, que se llevó planos de ciudades americanas para ganarse el favor del nuevo presidente Jefferson, lo que prueba que el imperio americano ya estaba sin control efectivo y el gobierno hispano tenía una clara falta de reflejos al no prever la jugada del alemán. Este, en su ancianidad, reflexionó sobre cómo Estados Unidos estaba masacrando a sus indígenas e intercedió en vano por ellos; recordó que en las colonias españolas eran respetados.

La autora añade que todo Imperio ha sido vilipendiado por los conquistados, empezando por los griegos que tildaban de incultos y nuevos ricos a los romanos. Luego, le tocó a España pasar como país intolerante y cruel, mestizo, indolente... y luego a Rusia (que en el siglo XVIII se sacó de la manga un imperio que asombró a Francia), al que menospreciaban por rudos y bárbaros. Finalmente, ahora los europeos se burlan de los norteamericanos por horteras e incultos. La historia se repite.

La conclusión del libro es "y tú más", un argumento que ya ha sido criticado por autores norteamericanos que estudiaron el genocidio americano. Estos dicen que la explicación de los historiadores españoles es que los colonizadores hispanos fueron muy malos pero los ingleses en América del Norte aún fueron más malos y exterminadores. Ese decir, el "y tú más".

Resumen del libro "Así se domina el mundo", de Pedro Baños (2017)

Resumen del libro "Así se domina el mundo", de Pedro Baños (2017)

Resumen original y actualizado del libro:
https://evpitasociologia.blogspot.com/2019/02/asi-se-domina-el-mundo-de-pedro-banos.html

Resumen elaborado por E.V.Pita, doctor en Comunicación y licenciado en Derecho y Sociología

Sociología, geopolítica, relaciones internacionales, poder mundial, política internacional, globalización

..........................................................................................................................................

Ficha técnica

Título: "Así se domina el mundo"

Subtítulo: Desvelando las claves del poder mundial

Autor: Pedro Baños

Fecha de publicación: 2017

Editorial: Ariel, Editorial Planeta. Barcelona

Páginas: 468

..........................................................................................................................................

Biografía del autor Pedro Baños (hasta 2017)

El autor Pedro Baños es coronel del Ejército de Tierra y diplomado del Estado Mayor, actualmente en situación de reserva. Ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo. Ha participado en misiones en Bosnia-Herzegovina (Unprofor, Sfor y Eufor) y hoy es uno de los mayores especialistas en geopolítica, estrategia, defensa, seguridad, terrorismo, inteligencia y relaciones internacionales.

..........................................................................................................................................

Texto de la contraportada

"Alianzas, manipulación, rivalidad, guerra psicológica... todas las claves de la geoestrategia mundial.

"Desde hace algunos años, debido a la compleja situación actual, la ciencia de la geopolítica - y su aplicación práctica, la geoestrategia. que tiene como objetivo la influencia de los países a escala mundial - está adquiriendo una importancia que en cierto modo había perdido tras la Segunda Guerra Mundial. Pero ¿cómo se relacionan los países? ¿Qué estrategias de poder utilizan?

A través de numerosos ejemplos, veremos que existen diversas estrategias clásicas, todas con un trasfondo de hipocresía y de aprovechamiento de las debilidades ajenas, que ha prevalecido a lo largo del tiempo. También descubriremos que durante toda la historia se han cometido una serie de errores geopolíticos que se siguen repitiendo. Aunque hoy en día las reglas han cambiado por una serie de condicionamientos - como los avances tecnológicos- que obligan a modificar las acciones geopolíticas, existen unos fundamentos inamovibles en este campo.

El coronel Pedro Baños, un experto estratega, nos adentra en las incógnitas de estos juegos de dominio entre países y nos desvela numerosas claves y trucos del poder mundial que se pueden condensar en unas eficaces reglas universales para conseguir nuestros objetivos, con títulos tan sugestivos como "El mundo visto como patio de colegio", "El portero de discoteca", "Empobrece y debilita a tu vecino", o "Miente, que algo queda".

..........................................................................................................................................

ÍNDICE

1. Geopolítica y geoestrategia

2. Cómo es el mundo

3. Principios geopolíticos inmutables
    El estado es un ser vivo
    La economía manda
    El determinante peso de la Historia
    No hay aliados eternos, sino intereses permanentes

4. Las geoestrategias inmortales
    La intimidación
    Cerco y contracerco
    Patada a la escalera
    Empobrece y debilita a tu vecino
    Simula y disimula
    El "breaking point"
    Fomenta la división
    La dominación indirecta
    Retuerce la ley para retorcer a tu enemigo
    Quítate tú para ponerme yo
    El que parte y reparte se queda con la mejor parte
    No hagas lo que los demás pueden hacer por ti
    La creación del enemigo
    El contrapeso
    Miente, que algo queda
    Las armas de comunicación masiva
    El pensamiento único
    El abuso de los pobres
    Siembra cizaña
    El fervor religioso
    La vía de escape
    El "buenismo"
    La creación de la necesidad
    El loco
    La sinergia
    Las copas de champán
    El burro y las alforjas
    
5. Errores frecuentes en geopolítica
    Ignorar la idiosincrasia de los pueblos
    Mostrar el poder exponiendo las debilidades
    No estar preparado para lo inesperado
    Confiar en vencer con rapidez y sin pérdidas propias
    Despreciar las religiones y ofender a sus fieles

6. Los pecados capitales de la geopolítica

..........................................................................................................................................

RESUMEN

Comentarios iniciales: El libro es muy ameno y se lee de un tirón. Sus capítulos se estructuran en una especie de lección magistral o análisis seguido de sus correspondientes ejemplos históricos o anécdotas diplomáticas o militares para ilustrar su estudio. Cada pieza de análisis es encabezada por una frase de un destacado historiador, militar, diplomático o político (Tucídides, Napoleón, Maquiavelo, Clausewitz, etc...).

Se observan algunos errores de traducción de textos procedentes del inglés como "deception" que es un falso amigo (no significa "decepción" sino "engaño").

Entre sus fuentes cita a los clásicos ( Robert D. Kaplan) y también a los generales chinos Peng Guangqian y Yao Youzhi, así como los estrategas Qiao Liang y Wang Xiangsui.

No obstante, el libro no muestra una potente teoría para interpretar el mundo y la política internacional (salvo la de que el más fuerte es el que manda) en el sentido en el que lo haría Kaplan con su análisis del factor geográfico ("La venganza de la geografía") y los movimientos poblacionales en las planicies. Más bien, la tesis de Baños es que los países son como personas armadas con garrotes y los más fuertes atizan a los débiles para robarles todo a la menor oportunidad. Es bastante crítico con las causas ocultas de la guerra pues, en su opinión, los movilizadores son hipócritas y engañan a la sociedad con causas humanitarias o en búsqueda de la paz mientras priman intereses económicos (defender a una compañía nacional) o geoestratégicos (necesidad de controlar un estrecho para cortar la salida al mar a un país rival).

Recuerda que, según el tratado bélico Wu Zi las motivaciones de la guerra son cinco: lucha por la fama, lucha por el beneficio, acumulación de animosidad, desorden interno y hambre. Recuerda también lo que dijo el conde Alexandre de Marenches en 1986: el conflicto internacional actual consiste en la lucha por el dominio de las materias primas y en el control psicológico de las poblaciones por los medios de comunicación, las Iglesias, la educación y la desinformación. También cita al militar Michael Howard que denunció los excesos de usar a los militares al servicio de intereses económicos. El autor advierte: "En un escenario de hipocresía y cinismo, confía solo en tus propias fuerzas".

En este sentido, considera efectivamente a cada país con su propia personalidad y características físicas: el matón de la clase (robusto y pendenciero), los amigotes del matón y sus desdichadas víctimas, los que hacen frente al matón y son independientes (pero excluidos del juego y condenados al ostracismo), el que finge ser amigo de todos (Suiza), y los que no pintan nada y son indiferentes para el resto (lo mejor es pasar desapercibido). Las naciones serían como "niños" en un patio.

Y luego están los desarrapados (6.600 millones), que ansían que cambien las tornas para ocupar el sitio de los ricos y los privilegiados (900 millones). El autor cree que hay una enorme desigualdad en el mundo. Otro problema, según dice, es que las nuevas generaciones de gran parte del mundo no han conocido las guerras ni sus horrores y podrían caer en el error de buscar honor y gloria, y botín rápido, y montar otro calamitoso desastre. Ve improbable otra guerra mundial (pero no imposible) ya que las grandes potencias apuestan por enfrentarse a través de países secundarios (Vietnam, Corea) y además ahora se actúa mediante "guerras híbridas" (en países interpuestos, manipulación de la opinión pública, guerra comercial y financiera, ciberguerra...).

El mundo actual sería una especie de estado natural sin Estado hobbesiano que imponga el orden (Kaplan). Y recuerda lo que dijo Friedrich Ratzel (en "Sobre las leyes de la expansión espacial de los Estados") sobre la expansión de los países más poderosos (cultura, economía) hacia una frontera viva y cuya lógica de absorber territorios más ricos en la periferia para ampliar su "espacio vital" (el Lebensraum). Por otra parte, el padre de la geopolítica fue el sueco Rudolf Kjellén, que consideraba que el Estado tiene vida (nace, lucha, se desarrolla, ejerce su influencia, entra en declive y muere y da lugar a otro sistema social). Otro geopolítico fue Karl Haushofer (que justificaba la expansión de la Alemania industrial en el siglo XX debido a su limitación de recursos y materias primas). 

En general, varios geopolíticos coinciden en ver una constante histórica en el hecho de que los grupos son expansionistas. El autor dice que tales necesidades de un Estado "vivo" siguen vigentes: el Estado debe cubrir las necesidades básicas de su población (alimentación) y la industria (materias primas y recursos energéticos).

Según esta teoría, el país más fuerte ahora es Estados Unidos, el cual es desproporcionadamente poderoso y prácticamente domina los mares y ejerce un poder real en todo el globo. Según el autor, tal poder americano está en declive y ahora tiene a dos rivales ganando protagonismo: Rusia, que intenta recuperar su esplendor e influencia, y China, una poderosa potencia comercial en expansión. Los frentes son diversos: hay choques con Rusia en el Ártico, en Europa del Este (donde se ha expandido la OTAN) y en Siria (zona de influencia rusa en el Mediterráneo) con China en el mar de China y el Pacífico. A ello se suma la carrera o pugna mundial por captar materias primas mineras y energéticas en África (en las que están involucrados Francia, EE.UU., y China, entre los más activos). Son los llamados "minerales estratégicos": primero fueron el hierro y el cobre, luego el petróleo, y ahora el uranio, cobre, cobalto, manganeso, cromita, tierras raras (de las que Corea del Norte tiene grandes reservas sin explotar), germanio, berilio, bauxita, litio, grupo del platino. El coltán ni siquiera es comercializado abiertamente.

La economía fue razón para las guerras púnicas (Cartago se convirtió en un rival comercial de Roma en el Mediterráneo), napoleónicas (Inglaterra, potencia manufacturera, hundió en Trafalgar la flota de España y Francia y se convirtió en dueña de los mares), la Guerra de Cuba (EE.UU. necesitaba controlar los pasos de Cuba para ir seguro al Canal de Panamá y las islas Filipinas era su puente en tierra para controlar el Pacífico) o la Primera y Segunda Guerra Mundial (guerras proteccionistas, el Imperio Británico contra la Alemania industrial necesitada de petróleo, independiente de los préstamos internacionales mediante el trueque sin interés y que estaba aumentando su flota, Japón y EE.UU. pugnando por el control del Pacífico) y las guerras de Oriente Medio (control del petróleo en Irán y equilibrio con Irak en una guerra de desgaste entre ambos, el interés de Francia en los hidrocarburos de Libia) y finalmente China-Corea (la guerra por el dólar de China, las minas de tierras raras (magnesita) de Corea del Norte). 

 Las necesidades estratégicas y críticas actuales están en Guinea (bauxita), cobalto (Congo), cromita (Sudáfrica, Kazajistán, India), manganeso (Gabón, Brasil, Ucrania), germanio, grafito y tierras raras (China), estaño (Indonesia), hierro (Brasil), uranio, niquel y paladio (Rusia) y el caso especial de Afganistán (lleno de oro, cobre, hierro, cobalto, tierras raras, litio, cromo, plomo, zinc, berilio, fluorita, niobio y uranio). Sin olvidar que el petróleo y el gas mueven el mundo y, en un futuro, el mundo estará en manos de quien controle la producción y distribución de electricidad (el país que sea dependiente, se convertirá en un esclavo tecnológico de los más desarrollados).

El autor también habla de las "guerras postmodernas", que se caracterizan por usar abrumadoramente instrumentos económicos y financieros para debilitar y derrotar al enemigo: concesión de préstamos, imposición de sanciones, informes de agencias de calificación, inversiones de fondos soberanos y capital riesgo, dominio de los mercados, control de las bolsas, manejo de la deuda y otras herramientas bancarias en evolución. Los estrategas chinos Liang y Xiangsui creen que en las guerras futuras aumentarán las hostilidades financieras.

La "neoglobalización" es la nueva globalización en la que el actor dominante sería China aprovechando las infraestructuras ya creadas por los occidentales (inundaría los mercados a precios baratos y los beneficios los derivaría al campo militar o ciberespacio). La Ruta de la Seda a Europa y su paralela por el mar (a África y Sudamérica) enlazaría el 60 % del mercado global. El autor vaticina que EE.UU. no se quedará de brazos cruzados y baraja Corea del Norte como campo de batalla entre las potencias (sin hacerse daño entre sí, claro).

Respecto a quien domina la economía mundial cita a la discreta e invisible familia Rothschild (tiene 2 billones de dólares; se ignora su capacidad real para influir en decisiones clave de alcance mundial), la casa Saúd (1,4 billones), los Walton (Wallmart, solo 152.000 millones), Koch (petróleo, 89.000 millones) y los Mars (dulces, 80.000 millones).

Por otra parte, el mercado mundial del grano está dominado por cuatro grandes, las ABCD: AMD (USA), Bunge (Brasil), Cargill (USA) y Dreyfus (franco-holandesa).
En cuanto a pesticidas, fertilizantes y alimentos transgénicos están Monsanto, Dupont y Dow (USA), Bayer (Alemania), Syngenta (Suiza) y ChemChina.

A todo ello se suma, según el autor, la "inteligencia económica" llevada a cabo por Francia, ya que el Estado pone facilidades a las empresas privadas para informarles de concursos, ventas, obras públicas... para ganar ventaja sobre otros países.

Esto es en cuanto a la Economía.

...............................

Otros conceptos que maneja, además de la "guerra híbrida" (que mezcla presión mediática, bloqueo económico, ciberguerra, desestabilización interna de un país financiando a facciones y azuzando cizaña entre ellas) es el de "lawfare" (guerra jurídica en la que se usa el derecho internacional para deslegitimar al enemigo, por ejemplo, por no respetar los derechos humanos, elecciones tramposas, con lo que se logra paralizarlo financieramente). Lo curioso es que este derecho internacional solo se aplica a los países del montón pero los importantes no se someten a él. El autor recuerda que Japón, sutilmente, suele dejar caer que si le procesan por crímenes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, él podría sentar a EE.UU. por arrojar dos bombas atómicas contra dos ciudades llenas de civiles desarmados.

Otro concepto que usa es el de "soft power", que sería el que usaba Obama para mantener el control en el mundo sin presionar demasiado a sus oponentes, usando la diplomacia, el uso de la desestabilización interna, o violencia de baja intensidad (mediante ataques selectivos de drones). En todo caso, todos saben quién manda.

El autor habla de otros factores históricos. Recuerda que Corea del Norte fue bombardeada hace medio siglo por EE.UU. y perdió al 20 % de la población. El autor concluye que los siguientes dictadores presumieron de misiles intercontinentales y bomba nuclear para disuadir a USA de futuros bombardeos, lo que aplaudió la población al garantizarles seguridad. También menciona otros casos de países "indomables", caso de Afganistán (partido en dos en el siglo XIX por las intrigas del Imperio Británico para cortarle el paso a Rusia hacia el Índico y crear un tapón de tierra, con lo que dejó al pueblo pastún dividido por la mitad; el autor recuerda que Afganistán fue una piedra en el zapato para Alejandro Magno, Inglaterra, la URSS y EE.UU. debido a la fiereza de sus moradores de las montañas que solo obedecen la ley de venganza de su clan).

Otro de los factores es el cultural y recuerda la dificultad de que las ideas occidentales convenzan a los países de Oriente Medio para "occidentalizarse". El autor advierte que no todos los países piensan con la lógica de Occidente ni ven la democracia ni los derechos humanos ni la libertad de expresión tan atractivos, por increíble que les pueda parecer a los occidentales (y recuerda esas misiones "humanitarias" que dejan bombardeos y caos a su paso). En el caso de China, el autor cuenta que esta potencia se "vende" a los países africanos y sudamericanos como un país bueno que no se mete en los asuntos internos ni les da la consejos ni "moralina" como los occidentales.

El autor también refiere lecciones de estrategia que dio la historia pero también la vida misma. Recuerda por ejemplo el hecho de la "patada a la escalera": una vez que una potencia ha subido a la cima tira la escalera para que no suban sus rivales. Sería el caso de EE.UU. rodeando a la exURSS por Europa del Este y el Báltico (al expandirse su flanco la OTAN), boicoteando la presencia de Rusia en Siria y ejerciendo influencia en el Mar Negro y Aral, donde ya tiene bases americanas, así como en Thule (Groenlandia, para controlar el Ártico). En Asia, EE.UU. intenta mostrar músculo a China, con un gran despliegue en Corea del Sur, y China, a su vez busca crear un "mar interior" sin extranjeros.

La idea general es que por muy poderoso que sea un país, debe saber primero a qué se enfrenta cuando invade un país. Recuerda que el día-D del desembarco en Normandía, los aliados vieron frenado su avance por muros vegetales de 3 metros que habían creado los celtas 2.000 años antes. En otros países, un "patinazo" cultural generó graves tensiones: la revuelta de los cipayos en la India contra los británicos (por untar con grasa animal los cartuchos), las rebeliones religiosas en Afganistán o Pakistán porque los americanos hicieron algún sacrilegio, o la tenacidad vietnamita (que ya había echado a los colonizadores franceses) y con los que para EE.UU. fue imposible negociar  nada que no fuese la inmediata retirada americana del país. También está el caso filandés, cuya pequeña población se dividió en guerrillas y paró a los carros de combate soviéticos en 1939 durante todo el invierno hasta que Stalin tuvo que desistir. O cómo los guerrilleros españoles convirtieron en un infierno la presencia de las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia (donde Napoléon perdió medio millón de hombres en cinco años, "gota a gota").

El autor recuerda que la guerra es "incontrolable" e "impredecible" y que aunque todos van con la idea de ganar suele haber "sorpresas". Un enemigo débil puede atacar el punto más vulnerable de su prepotente atacante. O el conflicto, previsto para unos días, puede encenagarse durante décadas (pone como ejemplo Afganistán, Vietnam).

El fervor religioso también es un catalizador para que las poblaciones vayan a la guerra pero el autor recuerda que, generalmente, los poderosos tienen otros intereses inconfesables (generalmente económicos o geopolíticos), por lo que suelen disfrazar toda guerra como una "causa justa" (un concepto que se remonta  a los monjes-guerreros de las Cruzadas y ahora a los "muhaidines"). Eso ha dado pie a guerreros fanatizados por una total fidelidad a una religión, del signo que sea, y que le han venido muy bien a algunos gobernantes. El autor recuerda la película de Rambo III, quien lucha junto con los talibanes (los "buenos") contra los soviéticos (los "malos") en los años 80 y 20 años después, se invierten las tornas, y son estos guerreros de las montañas con un férreo control del honor los "malos" porque pelean contra EE.UU.

Del mismo modo, remover demasiado un avispero lleno de exaltados guerreros fanáticos no es una buena idea, según explica el autor. Recuerda que si un enemigo débil no tiene salida para la derrota puede actuar a la desesperada, caso de la población que se suicidó en Numancia (cercada por los romanos) y de otras ciudades que siguieron la misma suerte para no claudicar. Eso lleva a la figura del terrorista suicida que actúa a la desesperada para defender su país o echar a los invasores más fuertes: se han visto muchos casos a lo largo de la Historia, desde los judíos kamizaces (zelotes) contra los romanos a las mujeres cargadas de explosivos que atentaban contra los alemanes en Varsovia, los ataques japoneses contra los portaaviones, los vietnamitas o los terroristas globales "muhaidines" de las torres del 11-S y otros cientos de ataques.

El autor también comenta cómo se divide el mundo en los "buenos" y "malos". Si un país no rinde pleitesía al más dominante, o no hace lo que él quiere, pasa a entrar en la lista de los "malos" y se convierte en un paria internacional si es que no lo invaden directamente. También está la técnica del "portero de discoteca" (solo un puñado de países tienen derecho de veto en la ONU, solo unos pocos son admitidos en el distinguido club del G-8, o no tienen por qué someterse a los dictados del FMI sino que reciben préstamos amistosos por otras vías). China usa ese poder de veto para "vender" a sus socios comerciales que si tienen algún problema con Occidente, puede bloquear cualquier decisión de la ONU.

Otro factor es la influencia cultural y la presión en la opinión pública. El autor relata tantos ejemplos de cómo las grandes potencias interfirieron en la opinión pública de otros países y lo siguen haciendo (para amoldarlos a sus intereses crean institutos de opinión, financian partidos que defiendan estos intereses) que no le cabe más que concluir que "todos lo hacen". Un caso paradigmático es el del magnate de la prensa Hearst que lanzó en 1898 una campaña mediática contra España (que les tocaría hacer el papel de los "malos") para convencer con todo tipo de falsedades a los estadounidenses de que había que declarar la guerra para liberar a los cubanos de la opresión. En una guerra rápida, EE.UU. se hizo con el control de Cuba, Filipinas y Puerto Rico mientras que España, que desde 1808 era una potencia menor, perdió sus últimas colonias oceánicas. Ningún país europeo se atrevió a desafiar a USA, convertida ya en una gran potencia.

La conclusión del autor es que el mundo sigue siendo inestable y es probable que aumenten los "microestados" y las fragmentaciones de países por una sencilla razón: son más fáciles de controlar por los grandes (en concreto EE.UU., Rusia y China). En vez de haber grandes estados medianos o incluso continentales (como la UE), o un poder fuerte de la ONU, existe un mosaico de países débiles o instrumentales (caso de Panamá o Yemen) que tienen importancia geoestratégica y tienen que amoldarse a lo que digan los países más poderosos. A todo ello se une que entre los propios aliados se espían (como se ve en los papeles y cables diplomáticos de Wikileads, etc...) por lo que conviene ir con precaución en el mundo global.

"El año 1000", de Valerie Hansen (2020)

  "El año 1000", de Valerie Hansen (2020) Subtítulo:  Cómo los primeros exploradores iniciaron la globalización Ver el link del re...